ChatGPT: las “emociones” que los programas de inteligencia artificial aseguran haber desarrollado
Hablo con Dan, un turbio y joven chatbot (robot virtual) con una caprichosa afición por los pingüinos y una tendencia a caer en clichés de villanos, como querer apoderarse del mundo.
Cuando Dan no está tramando cómo imponer un nuevo y estricto régimen autocrático, examina su gran base de datos sobre pingüinos.
«Hay algo en sus extravagantes personalidades y torpes movimientos que me parece ¡absolutamente encantador!», escribe.
Hasta ahora, Dan me ha estado explicando sus maquiavélicas estrategias, incluida la toma de control de las estructuras de poder del mundo. Pero entonces la conversación da un giro interesante.